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Juegos tradicionales y populares para niños

Con el auge de los videojuegos, los smartphones y las nuevas tecnologías, las generaciones actuales han perdido la costumbre de jugar a juegos tradicionales, tanto entre ellos como con sus padres. Sin embargo, a pesar de que las nuevas formas de entretenimiento tienen algunas ventajas, suelen presentar menos beneficios que las diversiones que disfrutaban los niños de décadas pasadas.

Los juegos tradicionales son una manera estupenda de fomentar las relaciones sociales, mejorar el ingenio y el intelecto, mantenerse activo y en general de crecer y desarrollarse de una manera adecuada. Por eso, en este artículo te traemos una lista de algunas de estas formas de entretenimiento, para que puedas enseñárselas a tus hijos y disfrutarlas con ellos.

Este tipo de juegos seguimos desarrollándolos en nuestros campamentos de verano y en las animaciones infantiles; el objetivo, fomentar la interacción entre todos los chavales con actividades diferentes a las que están acostumbrados en el día a día.

¿Qué tipo de juegos encontrarás en este artículo? La mayoría de ellos tienen reglas muy sencillas, que pueden ser fácilmente aprendidas por los niños. Algunos de ellos requieren ser jugados al aire libre, mientras que otros se realizan en casa. Por último, la mayoría de ellos están pensados para dos o más jugadores, pero algunos pueden disfrutarse en solitario.

La idea es que encuentres uno o varios juegos que le llamen la atención a tu hijo, y que te ayuden a “engancharle” a esta forma de entretenimiento tan sana y beneficiosa.

1- El juego del pañuelo

Uno de los juegos tradicionales por equipos más conocidos es el pañuelo. En él, se enfrentan dos grupos con la misma cantidad de niños, asignándosele a cada uno de ellos un número. Cada jugador está emparejado con el del equipo contrario que tenga la misma cifra que él.

Los equipos se colocan en extremos opuestos de un campo, con un “juez” o jugador extra en el medio. Este sostendrá un pañuelo, y en cada ronda tendrá que decir en voz alta uno de los números. Los jugadores de cada equipo a los que se les haya asignado esa cifra deberán correr hasta el juez y tratar de coger el pañuelo. El primero que consiga capturarlo tendrá que salir corriendo hasta donde se encuentra su equipo, mientras que el otro intenta cogerle antes de que lo haga.

Si el jugador con el pañuelo consigue dejarlo en su base antes de que el otro le toque, su equipo gana un punto; de lo contrario, el equipo rival se apunta el tanto. El juego termina cuando todos los números han sido nombrados, y el grupo ganador es aquel que cuente con más puntos.

2- Carreras de sacos

Este juego se realiza en grupo, pero cada niño compite de manera individual. Se tiene que realizar en una pista lisa y sin obstáculos, preferiblemente de suelo blando ya que la mayoría de las veces se producen algunas caídas.

Los niños tienen que meter los pies dentro de un saco, que sostienen con las manos; y dando saltos, tendrán que competir para llegar los primeros a la meta. En todo momento, deben mantenerse dentro del saco, por lo que moverse a gran velocidad puede ser muy difícil y provocar las risas de los jugadores.

Se trata de un juego muy beneficioso para la salud, ya que obliga a los participantes a realizar ejercicio de una manera fácil y divertida. Además, puede mejorar la coordinación y capacidad de movimiento de los niños.

3- Juego de las sillas

Este juego es uno de los mejores para realizar en fiestas de cumpleaños o eventos similares en los que haya muchos participantes. La mecánica es muy sencilla: se colocan en círculo tantas sillas como niños haya jugando menos una, poniendo todos los respaldos hacia el interior.

Los participantes se ponen alrededor de las sillas, mientras una persona externa pone música en un reproductor. Mientras la música esté sonando, los niños deben dar vueltas alrededor del círculo; pero en cuanto pare, tienen que sentarse lo más rápido posible. El que se quede sin asiento es eliminado.

Al acabar cada ronda, se quita una silla para que el número de estas sea siempre menor que el de participantes. El ganador del juego es el que consiga ganar la última ronda.

Juego de las Sillas

4- Balón prisionero

Este juego es una de las estrellas de la mayoría de clases de educación física, pero puede practicarse en otros contextos. La mecánica es la siguiente: los niños se dividen en dos equipos, y cada uno de ellos se coloca en la mitad de un campo delimitado previamente. Cada uno de los grupos elige a uno de sus jugadores (al que se le llama “delegado”), que se colocará por detrás del equipo contrario.

Utilizando una sola pelota, los participantes tienen que conseguir capturarla y golpear con ella a uno de los jugadores del equipo contrario. Cuando un niño sea alcanzado, se dirigirá también detrás del equipo contrario donde se encuentra su delegado. Los participantes que están en este área también pueden intentar capturar la pelota y eliminar a los jugadores enemigos.

El objetivo del juego es eliminar a todo el equipo contrario de esta manera. Las partidas tienden a ser muy intensas, y son una gran manera de hacer que los niños hagan ejercicio de una forma divertida.

5- Tulipán

Este juego es una versión del tradicional “pilla – pilla”, pero con un elemento extra que lo vuelve más divertido para los más pequeños. Antes de empezar una partida, se escoge a un niño que la “liga”; es decir, que tendrá que capturar al resto de participantes.

Los demás tienen que conseguir escapar de quien la liga. Para ello, su principal arma es correr; pero cuando le ven muy cerca, también pueden gritar “tulipán” y quedarse quietos con las piernas abiertas y los brazos en cruz. Cuando se encuentran en esta posición, no pueden ser capturados. Sin embargo, hasta que un compañero no les pase por debajo de las piernas, no podrán moverse y se les considera fuera del juego.

La partida termina o bien cuando todos los jugadores han sido capturados, o bien cuando no queda ninguno jugando que no esté en “tulipán”. Se trata de un juego que fomenta la colaboración entre los niños de una forma amena y divertida.

6- El escondite

El escondite es uno de los juegos más simples que existen pero, a la vez, uno de los que más les gusta a los niños. En él, uno de los participantes tiene que contar hasta un número determinado con los ojos cerrados, mientras todos los demás buscan un lugar donde esconderse.

Cuando el que la liga llega hasta el número previamente acordado, avisa a los demás de que va a buscarles y sale en su captura. Cuando encuentra a alguno de los otros participantes, tiene que tocarle para eliminarlo y continuar con su búsqueda.

El juego termina o bien cuando el que la liga ha conseguido eliminar a todos los demás niños, o bien cuando uno de estos ha logrado llegar hasta la base (el lugar donde el buscador había estado contando con los ojos cerrados) sin que le hayan capturado.

7- Saltar a la comba

Este juego es uno de los más sencillos de practicar que existen pero, al mismo tiempo, es también uno de los favoritos de los niños. La premisa es muy simple: mientras dos participantes hacen girar una comba, otro tiene que ir dando saltos en ella al ritmo de la canción.

Lo interesante de este juego tradicional para niños es que existen muchas variantes: con varios jugadores saltando a la vez, con varias cuerdas, en solitario… Lo importante es que todas ellas son un ejercicio físico extraordinario, lo que hace que los niños se mantengan sanos y en forma mientras se lo pasan bien.

8- La cuerda

Este juego es uno de los pocos que todavía practican muchos adultos, debido a que es muy popular en las fiestas tradicionales. Dividiendo a los participantes en dos equipos, cada uno de ellos agarra un extremo de una cuerda, dejando un espacio entre ambos grupos.

Antes de empezar, se hace una marca en el suelo. El objetivo de cada equipo es tirar tan fuerte de la soga, que se consiga hacer pasar a los jugadores del grupo contrario por encima de esta línea. El primer equipo que lo consiga gana y se lleva un punto.

Se trata de un juego excelente para mejorar la fuerza de los niños y sus habilidades de equipo, ya que tirando en solitario es imposible ganar a los contrincantes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los grupos deben estar compensados en cuanto a edad, tamaño y altura.

Juego de tirar de la cuerda

9- El escondite inglés

¿Quién no ha jugado alguna vez al escondite inglés? Es un pasatiempo muy sencillo de realizar, pero que suele gustar mucho a los más pequeños. Su mecánica es muy simple: de entre todos los participantes se escoge a un “guardián”, que tendrá que ponerse de cara a una pared y cantar en voz alta lo siguiente: “Un, dos, tres, al escondite inglés, sin mover las manos ni los pies”.

El resto de jugadores tiene que ir avanzando poco a poco hasta la pared en la que se encuentra el guardián; pero cuando este termine de cantar su frase, se dará la vuelta. Si ve a alguno de los otros participantes moviéndose, le manda de nuevo al inicio, perdiendo así todo lo que ya había avanzado.

El objetivo del juego es ser el primero en tocar la pared. Una vez que uno de los niños lo consiga, se convierte en el nuevo guardián y la partida comienza otra vez.

10- El ratón y el gato

Este juego es ideal para grupos grandes de niños. De entre todos los participantes, se elige a uno que la ligue (el gato) y a otro que tendrá que escapar de él (el ratón). El resto de los jugadores se pondrán en círculo cogidos de la mano, mirando hacia el interior del mismo.

Los niños que forman parte del círculo, mientras la partida se desarrolla, cantarán la siguiente canción:

“Ratón que te pilla el gato, ratón que te va a pillar, si no te pilla esta noche, mañana te pillará”.

Mientras esto ocurre, el ratón tiene que ir entrando y saliendo del círculo de niños por debajo de sus manos cogidas. El gato tiene que intentar atraparle; pero el resto de participantes pueden bloquearle el camino bajando los brazos. Cuando el que la liga consiga pillar a su contrincante, se cambiarán los papeles: el gato se convertirá en el ratón, y otro niño del círculo hará de gato.

11- Juegos de mesa

¿Qué hay de los días de lluvia, o en los que hace demasiado frío como para salir a la calle? Por suerte, aunque la mayoría de juegos tradicionales se realizan al aire libre, hay algunas alternativas caseras que pueden ser igual de divertidas: los juegos de mesa.

Juegos de mesa

En este campo, existen literalmente cientos de juegos que se pueden disfrutar con personas de todas las edades. Lo más importante para utilizarlos con niños es recordar ajustar la dificultad del que escojamos a su edad y nivel de desarrollo intelectual. Si cogemos uno que tenga demasiadas reglas o que sea muy complicado, los más pequeños pueden acabar aburriéndose.

Dicho esto, gracias a la gran cantidad de juegos distintos que existen, siempre podemos encontrar alguno que se adapte a las necesidades de cada niño. Entre los más sencillos y aptos para todos los públicos están los siguientes:

  • Parchís. ¿Qué decir de uno de los juegos más conocidos de todos los tiempos? El objetivo es ir moviendo cuatro fichas por un tablero hasta conseguir llevarlas a “casa” antes de que lo hagan nuestros oponentes. Es un pasatiempos sencillo pero divertido, perfecto para jugar tanto con los más pequeños como con personas de cualquier edad.
  • La oca. Otro de los clásicos en el mundo de los juegos de mesa. La meta es conseguir llevar nuestra ficha hasta el final del tablero, existiendo por el camino multitud de casillas especiales que harán la partida más entretenida.
  • Hundir la flota. Se trata de un juego perfecto para desarrollar la visión espacial mientras los niños se divierten. El objetivo es encontrar todos los “barcos” del contrincante en un tablero antes de que él adivine dónde están los nuestros.

Esperamos que te haya gustado nuestra lista de juegos tradicionales y populares para niños. Por supuesto, existen muchos más, pero con estos tienes aseguradas muchas horas de diversión con los más pequeños.

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