¿Cuál es la edad ideal para ir a los campamentos de verano?

Edad recomendada campamentos de verano

Cuando se aproximan las vacaciones de verano, todos los padres de niños pequeños tienen que pensar una y mil veces en las opciones disponibles para el cuidado de sus hijos durante el periodo estival. Así, muchos recurren a los abuelos, pero lo cierto es que el verano dura casi tres meses y los niños suelen aburrirse y requieren de un nivel de gasto energético que supera, y mucho, la capacidad de aguante de una persona mayor. Por eso la clave está en dividir el verano en diferentes periodos y en planificar el tiempo de los más pequeños con actividades con las que puedan disfrutar y seguir aprendiendo, aunque de una forma mucho más lúdica que durante el resto del año, claro está.

Cuál es la edad recomendada para ir a los campamentos de verano

En esa búsqueda, los campamentos de verano siempre suelen ser la opción más popular, pues los hay de diversos tipos y adaptados a todas las edades y gustos, pero, ¿son adecuados los campamentos para cualquier rango de edad? Analizamos a continuación una de las mayores preocupaciones de los padres cada mes de junio al término del curso escolar.

Tipos de campamentos y clasificación según la edad

Acudir a un campamento de verano es una experiencia única y muy positiva que todo niño debería poder vivir al menos una vez en su vida, pero las dudas y los miedos que suscitan en los padres, especialmente en aquellos campamentos que requieren alejarse de casa o dormir fuera durante un tiempo, son absolutamente normales. Nadie quiere que sus hijos acudan a un lugar en el que no vayan a sentirse a gusto o no haya actividades totalmente adecuadas a su edad, y por eso es muy importante establecer unos rangos concretos para cada tipo de campamento, que suelen ser de dos tipos: campamentos tradicionales o multiaventura y campamentos urbanos. ¡Veamos en qué consisten más detenidamente!

Campamentos en la naturaleza

Este tipo de campamentos son los que más solemos asociar al concepto de acampar, pues son los más tradicionales, y suponen salir de casa durante periodos más o menos prolongados (normalmente durante una semana o una quincena) para aprender a convivir en la naturaleza junto a otros niños, disfrutando de deportes y numerosas aventuras divertidas bajo el cuidado de monitores y personal especializado.

Por ejemplo, este tipo de campamentos multiaventura y/o artísticos, se realizan en Aventurama en plena serranía de Cuenca, lo que garantiza una experiencia única, dividida por grupos, a niños y adolescentes de 6 a 17 años. Y es que las posibilidades de juegos y aprendizajes al aire libre son muy grandes y deben enfocarse en las diferentes personalidades o gustos que puedan tener los niños en cada etapa: escalada, tirolinas, paintball, piragüismo, tiro con arco, gymkhanas, senderismo…o actividades más artísticas como talleres de cómics, de escultura, de dibujo, de teatro, de fotografía, o incluso de anime y videjouegos.

Campamentos urbanos

Y para aquellos padres o niños que no deseen una experiencia de verano que implique tener que dormir fuera de casa, se crearon precisamente los llamados “campamentos urbanos”, que cada vez son más frecuentes e incluso se realizan en los propios colegios de los niños, y permiten poder aprender, realizar actividades de distinto tipo y jugar y pasarlo bien mientras los padres trabajan, volviendo después a casa como durante el periodo escolar.

Por eso estos campamentos son ideales para los niños más pequeñitos, que pueden no estar preparados aún para una experiencia que implique cierta separación de los padres, y pueden realizarse desde los 3 hasta los 12 años aproximadamente, es decir, justo el periodo que va desde el grado de infantil hasta el último curso de primaria. Unos campamentos cuya esencia es la cercanía al hogar o al trabajo de los padres y en los cuales los niños lo pasan igual de bien, con bailes, música, gymkhanas, deportes, actividades de magia, juegos de agua, teatros, lecturas…y mucho más.

Consejos para elegir el mejor campamento de verano

En definitiva, la mejor forma de salir de dudas con respecto a si un campamento es adecuado para nuestros hijos o no, es consultar la información del lugar que nos interese, ya sea por cercanía o por cualquier otra razón que favorezca nuestra conciliación familiar, y comprobar si la edad de los niños encaja en las diferentes propuestas realizadas. No obstante, y a pesar de que la edad encaje, también deberemos tener en cuenta otros factores como el nivel de maduración o de dependencia afectiva que puedan tener los niños, o sus intereses, hobbies o habilidades y destrezas adquiridas, pues de ello dependerá que la experiencia pueda ser lo más gratificante y placentera posible y en un periodo tan importante en la infancia como es el verano.

No debemos olvidar que cada niño tiene sus propios ritmos y que lo que para uno puede ser gratificante para otro puede convertirse en una experiencia desagradable, y por eso la aparición de los campamentos urbanos es un antes y un después en el mundo de las actividades infantiles veraniegas, pues no supone una ruptura tan grande con las rutinas del resto del año como un campamento multiaventura con pernocta fuera del domicilio. En cualquier caso, lo más importante es informarse muy bien sobre quién organiza él o los campamentos que nos interesen y cuáles son sus valores, eligiendo siempre espacios que cuenten con una amplia experiencia profesional en el mundo de la organización de actividades de ocio y tiempo libre para niños, como lleva haciendo Aventurama durante más de 20 años, ofreciendo a padres e hijos un lugar seguro en el que estar y enfocado plenamente en un entretenimiento lúdico y educativo de calidad.

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